Podría extenderme y enumerar numerosos ejemplos, pero no es mi deseo. Existen infinitos volúmenes en nuestras bibliotecas, donde estas gestas han quedado registradas, para su consulta. A mi, en el día de hoy, me interesa fijarme en un personaje carismático del universo de Tolkien. Frodo.
Frodo Bolsón. |
Un ser que ante la demanda de un viejo cochambroso, al que llamaban el gris, decide arriesgarlo todo y embarcarse en una estúpida coma alocada aventura, de dudoso final. Yo lo más lejos que le hubiera mandado, sería posiblemente, a Cuenca. Allí, bien lejos. Lo que se dice vulgarmente como a "tomar por culo"...
- Con lo bien que estoy aquí, con las manos entre las ingles, viviendo de puta madre sin pegar un palo al agua y tú, el rascador de testículos de Hobbit, me dices que tengo que ir, ¿adónde? ¡Pues creo que va ser que no! ¡Es un camino muy largo para ir sin zapatos!
- ¡Pero el destino de la Tierra Media está en tus manos, Frodo Bolsón!
- Vamos a ver, Gandalf, ¿porque te llamas Gandalf, verdad? Mira Gandalf, si no es por no ir, yo iría encantado... pero los orcos, ¡Ay,ay,ay, los jodidos orcos! Que me han dicho que van tirando chinchetas por los caminos que llevan a Mordor.
Y levantándose, nuestro pequeño amigo de la comarca, continuó:
- Y el anillo, ¡ay,ay,ay, el anillo!
- ¿Donde está el anillo, desgraciado? -preguntó encolerizado el mago gris, mientras el ambiente se oscurecía en la habitación-. ¿Está a buen recaudo?
Gandalf el gris y el joven Hobbit. |
#30/07/2013#
por @bloghacla.
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