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martes, 30 de julio de 2013

DELÍRIUM TRÉMENS: Desiderata de Gandalf, el anillo único de poder y Frodo, valor y coraje de un mediano con un par de huevos.

   Las historia de nuestro mundo no siempre la han escrito los poderosos, grandes guerreros o los más inteligentes. En ocasiones surge un ser que, desde su menudencia, consigue imprimir hojas de un libro de hazañas épicas que han forjado imperios, derrocado tiranos y escrito obras que perdudarán a nuestro tiempo.
   Podría extenderme y enumerar numerosos ejemplos, pero no es mi deseo. Existen infinitos volúmenes en nuestras bibliotecas, donde estas gestas han quedado registradas, para su consulta. A mi, en el día de hoy, me interesa fijarme en un personaje carismático del universo de Tolkien. Frodo.

   
Frodo Bolsón.
Frodo, de apellido Bolsón, creo que es el ejemplo y la demostración palpable que ser pequeño y tener dos huevos bien puestos, para nada es una rareza. Un tío, que pasa su vida en la comarca, sin más preocupaciones que la de hacer compañía a su viejo pariente, Bilbo Bolsón, y que hasta la llegada del tocapelotas de Gandalf, era feliz, con sus cosas de Hobbit de la Comarca.
   Un ser que ante la demanda de un viejo cochambroso, al que llamaban el gris, decide arriesgarlo todo y embarcarse en una estúpida coma alocada aventura, de dudoso final. Yo lo más lejos que le hubiera mandado, sería posiblemente, a Cuenca. Allí, bien lejos. Lo que se dice vulgarmente como a "tomar por culo"...
   
   - Con lo bien que estoy aquí, con las manos entre las ingles, viviendo de puta madre sin pegar un palo al agua y tú, el rascador de testículos de Hobbit, me dices que tengo que ir, ¿adónde? ¡Pues creo que va ser que no! ¡Es un camino muy largo para ir sin zapatos!
   
   - ¡Pero el destino de la Tierra Media está en tus manos, Frodo Bolsón! 
   
   - Vamos a ver, Gandalf, ¿porque te llamas Gandalf, verdad? Mira Gandalf, si no es por no ir, yo iría encantado... pero los orcos, ¡Ay,ay,ay, los jodidos orcos! Que me han dicho que van tirando chinchetas por los caminos que llevan a Mordor.
   
   Y levantándose, nuestro pequeño amigo de la comarca, continuó:

   - Y el anillo, ¡ay,ay,ay, el anillo!

   - ¿Donde está el anillo, desgraciado? -preguntó encolerizado el mago gris, mientras el ambiente se oscurecía en la habitación-. ¿Está a buen recaudo?


Gandalf el gris y el joven Hobbit.


   - ¡Baffff! No te preocupes. Está seguro. -afirmó mientras se encendía una pipa con la mejor hierba de Valle Largo-. Se lo he dado en custodia a un buen amigo mio. Bárcenas, Luis Bárcenas se llama y se lo ha llevado a una tal Suiza. Va mucho por allí para esquiar y hacer senderismo. Nos podemos ahorrar el viaje. Saurón no lo encontrará. Garantizado. ¡PALABRA DE HOBBIT!

#30/07/2013#
por @bloghacla.

lunes, 29 de julio de 2013

Un tren que no llegó a su destino.

   Hace apenas unos días, en las vísperas de las fiestas de Santiago apóstol, un tren Alvia que hacía el trayecto Madrid - Ferrol, se salía de la vía ocasionando un elevado número de fallecidos y heridos. Muchas están siendo las teorías oficiosas, ninguna han dado a día de hoy los técnicos encargados de esta tarea, que se están escuchando en los diferentes medios de comunicación, por medio de supuestos expertos, tertulianos de sabiduría infinita y otros elementos. Y muchas, hechas desde la comodidad de su asiento en el plató de televisión, sin esperar a conocer los primeros detalles del, digamos de momento, accidente.
 
   Me refiero de forma directa al programa de intereconomía "el gato al agua". Y no es porque asista, desde la cercanía que permite la televisión lo hago, a su tertulia; pero en el fragor del zapping que esa noche me poseía, fue en esa cadena, donde me enteré por primera vez del fatídico descarrilamiento del tren Alvia. Pues bien, en esa tertulia, asistí atónito a teorías hechas desde el sensacionalismo y la ignorancia; además de pavonearse en varias ocasiones por varios de los asistentes en esa mesa, aptitud que me resulto ridícula y cercana al más rastrero lamido de ano que he visto en bastante tiempo, de ser los primeros en dar cobertura de lo que estaba sucediendo en la población de Angrois. Todavía me pregunto como, Cristina Alberdi, pone su respetabilidad en juego, afirmando que "parece una de las causas probables del accidente, es que la vía por la que circulaba el tren que ha descarrilado, no poseía todavía las vigas de hormigón que deben tener este tipo de vías; estando instaladas las viejas de madera". Creo que, con todo el respeto que guardo a esta abogada y política española, esas declaraciones sobraron y más, hechas por alguien que seguro, seguro, carece de los conocimientos necesarios, primero de las causas y segundo de ingeniería o técnicos, para intentar explicar un hecho como el que nos ocupa en esta entrada del blog. (Debo decir, que las vigas de madera resisten la presión mejor que el hormigón y es muy difícil que partan. Pero su vida útil es corta y es más caro su remplazo. Además el hormigón es arquitectónicamente más bonito para este tipo de construcciones). 





















   Aunque he nombrado de forma directa y en primer término a ese espacio de la cadena de Intereconomía, tampoco los demás canales nacionales han estado muy acertados que digamos. Lamentable se puede considerar la actuación de RTVE. Tarde, mal y bochornoso se puede considerar el "especial" que la cadena pública realizó en los momentos posteriores a la tragedia. Atendiendo, es mi opinión, a críticas desde la red y otros medios de comunicación, se unió de una forma chapucera e indigna; dejando a cargo de su dirección a una profesional que transmitió inexperiencia a raudales y falta de rodaje. En estos momentos la experiencia es un grado y hay bastantes muy buenos profesionales en RTVE, para haber llevado este espacio de una forma correcta, seria y respetuosa.

   El mundo de las redes sociales, merece mención aparte. No puedo hablar de lo sucedido en Facebook, Flickr, Tuenti... yo solamente soy usuario de Twitter; pero lo visto y escrito en ella también me ha llamado la atención. Cierto es, que hay numerosos "Trolls" que solo tienen como objetivo decir barbaridades, riéndose de las víctimas, mediante chistes malos y comentarios maliciosos. De estos estúpidos coma imbéciles, no voy a hablar. Es desperdiciar un tiempo precioso. Pero me gustaría reflejar algunos aspectos desconcertantes de los usuarios del pájaro azul. Como por ejemplo, las críticas hacia los medios de comunicación por no estar emitiendo en directo la tragedia y después, censurar a estos mismos medios, que en las imágenes apareciesen las víctimas del descarrilamiento del tren. Da la sensación, con estas aptitudes, que lo buscado es la confrontación, nos da igual lo acertado o errónea que sea nuestra postura, y olvidamos que en esos momentos de destrucción, de caos, es muy difícil discernir y seleccionar lo que se puede o debe emitir. Quizás lo correcto sería, no permitir que los medios de comunicación accediesen al lugar del siniestro, hasta que los servicios de emergencia hubiesen evacuado tanto a muertos como heridos. Quizás debemos preguntarnos si lo que queremos es información, o alimentar a nuestra curiosidad a costa del sufrimiento ajeno, apelando a la libertad de información.

   Y los políticos, que decir de nuestros dirigentes, entre los que se encuentran presidentes, ministros y oposición. En su línea habitual. Demostrando una vez más que lo importante es la foto, después todo lo demás. Pensando en sacar réditos hasta de las tragedias como esta. O si no, ya me dirá usted estimado lector, que narices hace la ministra Ana Pastor y séquito en el lugar del accidente mientras los polícias, bomberos, médicos, etc... se encuentran trabajando. ¿O es que los servicios de emergencia necesitan la inexorable ayuda de estos señores que no saben hacer nada más que figurar?¿O es que se van a unir a cortar con la radial, hacer torniquetes, curar heridas, trasladar heridos?¿Quizás ayuden en las tareas de desescombro?¿O en las tareas de regular la seguridad de la zona?¿Conducirán una ambulancia?¿Donarán sangre?¿Qué hacen en la zona, si tampoco se encargan de las tareas de coordinación de los distintos servicios de emergencia, más que nada, porque no tienen ni idea?
La respuesta es sencilla; MOLESTAR como nadie sabe hacerlo. Molestar con una prole de guardaespaldas y encargados de serguridad que ocupan un espacio precioso. Molestar con preguntas estúpidas y con comentarios absurdos, a los que en ese momento se están dejando los huevos por coordinar a las emergencias y que sin quererlo se transforman, además, en secretarios de una cohorte de mandamases.
Dentro de unos meses, cuando de verdad se les necesite, ya no correrán a reunirse con las familias de las víctimas, ni aparecerán por Angrois, ni se les verá llorando con lágrimas de cocodrilo... si no, como muestra un botón, que se lo pregunten a los habitantes de Lorca. De lo prometido nadie se acuerda, pero bien que se sacaron fotos a costa del sufrimiento humano; como en este caso.

    En cuanto al origen y causas que originaron el tristemente, y ya famoso, accidente del tren de Santiago, me da la sensación que nunca sabremos la verdad. Existen muchos intereses ocultos y que pueden llevar al traste contratos millonarios, en varias partes del mundo, si se demuestra que es un sistema de transporte inseguro. Yo no voy a entrar a lanzar hipótesis sobre lo que acaeció, no sucedió o se debió hacer. Yo tengo muy claro lo que pasó y a cada día, mis sospechas, se van confirmando. Poco a poco.
   Otro aspecto que no se tiene en cuenta debidamente es la experiencia del maquinista de la locomotora. Y experiencia, no siempre es sinónimo de efectividad. La rutina, la repetición de hábitos, te puede hacer entrar, en lo que yo denomino, "la zona de la pereza". Ese es un lugar muy peligroso, donde abundan los accidentes, como en este caso. Y para que todo el mundo entienda esto, lo diré con unas frases que he oído en muchas ocasiones:
- "Ya he hecho esto antes y no pasa nada". "Todos los materiales están preparados para aguantar más de lo que las normas de seguridad indican". "He quedado para cenar en una hora, acelera que no pasa nada". "Puedo escribir mensajes y hablar por el móvil mientras conduzco, tranquilo". "Desactiva los limitadores, que no sirven para nada".
 
   Cuando más posibilidades hay de un accidente, es en las proximidades de un fin de semana, el término de la jornada laboral o la vuelta a domicilio. Y si encima añadimos "la zona de la pereza", nuestras posibilidades se multiplican por muchos dígitos.

   Independientemente de las culpas que tenga el conductor, está claro, que allí fallaron otras cosas. E independientemente de las culpas que pudieran tener Adif, el ministerio de Fomento, por sistemas de seguridad no instalados, inadecuados u otros motivos, las responsabilidad de lo ocurrido van a ser todita, toda, para el maquinista. Porque queramos o no, siempre hay un chivo expiatorio, ¡ojo! no digo que el señor maquinista no sea gran responsable de lo ocurrido, para todo y más cuando mucha gente y poderosa, se juega tanto dinero en este asunto. Poderoso caballero es don Dinero.
 
   En lo que a mi se refiere, siempre que puedo, prefiero hacer mis traslados en coche y conducido siempre por mi. ¡YA SÉ, YA SÉ!... no puedo evitar que un camión, un conductor borracho, una avalancha o, tirando por la ciencia-ficción, Godzilla, acabe con mi vida. Pero lo que si puedo evitar, de esta manera, es que un operario, un conductor, un chofer, entre en la "zona de la pereza" y me mate mientras uso el transporte público donde trabaja, porque ese día no le apetezca ser profesional; aptitud que tristemente se está volviendo más común de lo que creemos en un principio.

   Quiero desde aquí, desde este humilde rincón de opinión, mandar un abrazo con todas mis fuerzas a las familias de las víctimas y a los heridos. Dar las gracias a los servicios de emergencias, a las personas que desinteresadamente ayudaron en lo que pudieron y a todos de los que nada oímos y que de algún modo también ayudaron. Gracias de verdad, por lo que habéis dado. Gracias por ser así. Y gracias por existir.

¡¡GRACIAS!!  


#29/07/2013#
por @bloghacla